Los estudios de neurociencias son al clásico experimento de psicología lo que un crucero por las Bahamas a un viaje en interrail. Extremadamente caros. Pagar a los participantes por desplazarse hasta el laboratorio, pagar por el uso del fMRI, pasar cientos de horas analizando datos… Todo ello supone dinero, dinero y más dinero. En muchos laboratorios donde se hacen experimentos con ERPs hasta contratan un servicio de peluquería para adecentar al pobre participante, que termina el experimento con la cabeza llena de gel. Una consecuencia directa del elevado coste es que los investigadores, lógicamente, intentan ahorra dinero por todas partes. Si el experimento puede hacerse con diez personas, mejor que con treinta. ¿Verdad? Continúa leyendo en Psicoteca…